Hay
un resplandor cuántico en los mapas
que
nos incita al braille
a la cartografía del cuerpo
Comemos
pan Wonder con mermelada otoñal
y
la miro parpadear
pestañas de hojas caídas
Los
caminos se dibujan porque la farsa es mejor que la verdad
porque la ilusión es más sublime
porque
el sexo es perfecto cuando lo imaginamos
y
no cuando ocurre en realidad
y es que el iris es más bello en otoño
cuando se rompe
contamos
los caminos y nos deleitamos plegándolos
unos sobre
otros
el
mundo es más divertido
si no es sencillo
y
está lleno de laberintos
tengo
que trazarlos también en el mapamundi
del
lunar en su
costado
un tatuaje carta geográfica
para
no perdernos
Porque
los barcos se guían por las estrellas.
Y
avanzan veloces
en
nodos de garganta
y
llanto
cuando
el mar quiere
lamer
la marca de mi saliva
sobre
sus aureolas refulgentes
dos astros polares
y
la sal nos pierde el juicio
Naufragamos sin cartas con qué navegar de vuelta
a
desayunar mirándonos a los ojos
la
piel humeante marcada con dientes
que
son señales secretas para entender el tesoro
Sugiere
que hablemos
de
Joy Division de William
Gibson del pasado que no
compartimos
el
laberinto sigue en mi cabeza
soy
un náufrago y no respondo
pienso
en una manera de salir:
Existe
google maps no sé por qué seguimos con
esto
con
esta farsa analógica del papel impreso
utilizo mi ordenador
sitúo
la vista satelital
y
clickeo hasta encontrar nuestra casa
me
acerco más en un zoom cenital a través del techo
ahí
está
desnuda sobre la cama con las cornisas de par en par
y
ahí estoy yo adhiriéndole un mapa de papel impreso
a
escala real de su cuerpo.
Hemos
seguido la trayectoria que dibuja el caos en su efervescencia eyaculatoria
colocando
tachuelas líquidas en los puntos clave
y
buscamos un sentido hipotético
un
patrón
que
explique por qué el zoom genital
distorsiona
la teoría cartográfica
que
habían descrito los libros y los filmes
de
amor
Miramos
películas de piratas
los
filibusteros aguardan detrás de las olas
quieren
mis trayectorias
y
eventualmente las poseerán
porque
la eternidad está reservada a personas más afortunadas que nosotros
somos
una obsolescencia programada
y
seguimos asistiendo a las rebajas de temporada
[la
cópula aún en su forma más sublime [amor] es una mercancía
y
como todas las mercancías tiene señalada su fecha de caducidad]
Los
mapas se hicieron para mercadear
reclamas
nuevas rutas
y
nunca escondí el tesoro
porque
los mapas son simulacros de lo que debería ser
como
nosotros somos simulacros de lo que otros ven
y
ocultamos nuestra naturaleza con tramas complejas
y
nomenclaturas confusas
para
que nadie llegue a ningún lugar
porque
detrás del papel impreso somos monstruos
puro
instinto destellante
la
furia ardorosa de la naturaleza y su equinoccio de posibilidades
la
luminiscencia fulminante del sol
Desayunamos
mirándonos a los ojos
y
aunque el cabello le cubra la cara
su
mirada revela una fisura en el mapa
de
donde emana un resplandor que me ciega.