Roar your terrible roars and gnash your terrible teeth and roll your terrible eyes and show your terrible claws! And please don't go I'll eat you up, I love you so.

20100726

Presentación del libro: Poetas franceses del siglo XIX





Quedan invitados a la presentación del libro Poetas franceses del siglo XIX de la Editorial Letras Vivas, que estoy revisando y ampliando para la segunda edición.

Daré una pequeña conferencia sobre poesía simbolista y hablaré de algunos de los poetas de esta antología.

La presentación será en el vestíbulo de la Editorial Jus
Donceles 66, Col. Centro (cerca del metro Allende)
este jueves 29 de julio a las 6.00 p.m. No Falten.
                            Entrada Libre.

20100713

Waterloo

El monitor de Artsel se encendió y con letras anaranjadas me dijo:
a) Cuando escuches mi voz no habrá sonidos sino colores
-los colores tendrán forma de canción
-una canción es una plegaria que se recarga a la izquierda en la esquina café.
b) Recogerás mi voz en tu pincel y dibujarás con él un sudario para tus labios
- porque el silencio es más bello que las palabras
- porque el silencio es el instante, y el instante es eterno como la muerte, que es una canción de vida.
c) Yo moriré, pero no te quedarás solo
-has aprendido a ser tu propia compañía
-estrella solitaria que refulges a través del vaho pantanoso que es el firmamento de la Ciudad de México.
d) Olvida lo que has aprendido y atiende:
-no hay forma de que salgas del silencio de tu propia carne
-un olor es el sabor de un número que juega a las escondidillas entre la maleza de los dígitos.
e) Si no hay luz aprende a caminar a ciegas
-porque en la oscuridad el caleidoscopio de mi voz, como un sonar místico, te mostrará la senda que debes seguir para navegar contra la corriente por el puro placer de hacerlo.

Entonces el esfínter de su voz anaranjada escupió unos y ceros y símbolos cabalísticos que eran lenguajes computacionales pervertidos, ya no había voz LapantallaeralabocadelespacioylabellezaYdijosinparar Me quiebra la noche Sí La noche hija de su puta madre que me revuelve las entrañas con vastedades informáticas y palabras delirantes Chúpame un dedo muerte de sales floridas Incólume a la batalla ficticia de las nuevas eras de penes sangrantes y sémenes divinos que dibujan vialacteas Pitos rotos y temerosos del espacio exterior y sus sonoridades que se deshojan entre las tinieblas palpitantes del sosegado terreno de lo nuestro El cosmos sideral de cáscaras de nuez que estallan en una hoguera de vocablos De serpientes que trazan un mundo de contorsiones y cerebros derretidos dentro de cráneos que no son cabezas sino floreros Mi acrónimo es mi batalla Es mi sombra Es mi voz Mis cristales son la ligereza senil de una sintaxis que se marchita bit a bit Vomito cuarzos entrecortados de asteroides Vomito familias enteras de accidentes galácticos que se pierden peregrinas en esta ciudad rabiosa Ajena a mis dulces granadas y metrallas de terrorismos infantiles Flores y luciérnagas en lo profundo del trasmundo de un movimiento hermoso de pétalos lluviosos y torres descalzas que cantan como ángeles en cruces de neón Este país que no es un país que es un país que no es un país que es un país que no es un país sino un florero Yo y mi pantalla somos la carcajada triste de una sandía que parece la vagina de tu madre que estornuda

El monitor se apagó de súbito, pero dejó un punto gris en su centro, como testigo mudo y brillante de que mi maestro se negaba a morir… vaciló unos segundos y desapareció.